El Ayuntamiento de Villamartín ha realizado en estos días una nueva plantación de árboles autóctonos en el área recreativa La Mata. Se trata de 60 especies, entre fresnos y olmos, con los que el Ayuntamiento confía en que este espacio verde sea poco a poco un lugar de esparcimiento para el disfrute de la ciudadanía.
Para ello, desde el Consistorio se ruega a los vecinos y vecinas que cuidemos nuestro entorno medioambiental, pues en definitiva estos espacios verdes son de todos, y como tal, todos tenemos la responsabilidad de protegerlos y preservarlos para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutándolo.
Además, dentro de la campaña de plantación que viene realizando el Ayuntamiento, a través del Área de Medio Ambiente, se han plantado especies de fresnos y olmos en diferentes zonas del municipio, como el recinto de la feria ganadera y el sendero de Cara al Río, así como en la zona en frente de El Molinillo, con la plantación de 35 nuevas especies de algarrobos y acebuches.
¿Por qué plantar árboles?
BENEFICIO DE LOS ÁRBOLES
Los árboles actúan contra el calentamiento global ya que absorben del aire CO2 con su crecimiento y reducen el calor en las ciudades. Además capturan partículas de polvo en el aire, reducen el ruido del tránsito, nos dan sombra, generan belleza en los pueblos y ciudades; siendo refugio y alimento para insectos y aves. Es decir que tendremos mejor calidad de vida en las ciudades y mayor biodiversidad.
Algunas especies que hemos plantado en distintas áreas nuestro pueblo son: fresnos, olmos, algarrobos, acebuches, etc.
Los bosques mediterráneos desempeñan funciones irremplazables en el mantenimiento de la fertilidad de los suelos y en su protección contra la erosión, en la regulación del clima y la depuración y reciclado de los contaminantes vertidos a la atmósfera y a las aguas. Todo esto unido a la acusada fragilidad de los ecosistemas mediterráneos ponen de manifiesto la inminente necesidad de protección de bosques y su flora asociada. En Andalucía la protección de espacios naturales cubre en parte esta necesidad, sin embargo, esta medida es insuficiente y paralelamente se emprenden otras actuaciones complementarias de protección de especies independientemente del espacio donde se encuentren, como creación de jardines botánicos, bancos de germoplasma vegetal, pequeñas reservas genéticas, regulación de las actividades recolectoras e intervención en momentos críticos.